La cara autopista

El Mundo Encantador de…


Una vez que superas el peaje y te incorporas a la autopista, entras en un mundo diferente donde los servicios, como el llenado de combustible, un café o un bocadillo en el bar, o incluso un snack en el mercado, suelen tener precios bastante más elevados que los que se practican fuera de la autopista. El viaje, por tanto, puede convertirse en un auténtico desembolso, al que se suma el precio, nunca barato, del peaje.

En Ruta Hacia el Mar


Para entender cuánto se gasta y qué diferencia hay, por ejemplo, con los precios que aplican las gasolineras, supermercados y bares en Milán, hemos partido desde la capital lombarda recorriendo las autopistas que llevan a tres destinos clásicos para las vacaciones en el mar: en la costa de Rímini, en la Riviera Liguria, en Varazze y en la costa toscana, en Rosignano Marittimo.

Incrementos de hasta el 200%


Hemos tomado nota de los precios en varias áreas de servicio a lo largo del camino para gasolina, diésel, GLP y electricidad para «alimentar» el coche y también la comida para «alimentar» al conductor: desde una botella de agua fresca, a un sándwich para un almuerzo rápido, a una bolsa de patatas fritas para matar el hambre durante el viaje, además del coste de una hamburguesa de McDonald’s y de alimentos de calidad promovidos por Eataly. Hay incrementos respecto a los mismos productos comprados en Milán, a veces modestos, a veces incluso del orden del 200%. El vídeo que se muestra a continuación relata nuestra experiencia en directo, durante los viajes y para todos los detalles sobre los precios os esperamos en el quiosco, con el nuevo número de alVolante.



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