8 mayo, 2019

La ITV será aún más estricta a partir del próximo año

Se endurecerá el control en las inspecciones al contar con nuevos datos de los fabricantes.

El pasado mes de mayo entró en vigor la última normativa sobre la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Su objetivo fue mejorar la calidad de la inspección, con un mayor control y precisión de esta. La nueva normativa incluyó como punto más destacado la lectura del sistema de diagnóstico a bordo, más conocido como OBD.

A través de esta toma, las estaciones de ITV pueden leer los datos almacenados en la centralita de los vehículos. De este modo, se pueden extraer datos sobre irregularidades o manipulaciones, además de información sobre posibles averías ocultas.

Pese a que la medida entró en vigor el pasado mes de mayo, las estaciones de ITV no contaban con toda la información necesaria para poder realizar un control exhaustivo en algunas comprobaciones.

Por este motivo, la Unión Europea ha dictaminado una corrección que entrará en vigor el 20 de mayo de 2020. Esta obligará a los fabricantes a ceder la información necesaria para llevar a cabo las comprobaciones pertinentes. De este modo, las distintas estaciones podrán acceder a los datos más fácilmente y sin ningún tipo de restricción.

Los datos cedidos por las marcas deberán ser individuales en base al número de bastidor de cada vehículo. Por lo tanto, las fichas no serán genéricas en función del modelo, sino que cada coche contará con una propia. Esta información deberá estar disponible en un plazo máximo de seis meses tras de la matriculación del vehículo.

Según Guillermo Magaz, director de AECA-ITV, “supondrá un avance significativo en la precisión para de realizar las inspecciones técnicas”. Además, considera que esta modificación no afectará a los usuarios: “La mayoría nunca realiza modificaciones fraudulentas. Por el contrario, las estaciones dispondrán de toda la información para detectar cualquier posible fallo. De este modo se previene la posibilidad de un incidente posterior por su fallo”.

La obligatoriedad de contar con una toma OBD se limita a vehículos de la normativa Euro 5 y Euro 6. Por lo tanto, afectará a los vehículos ligeros matriculados a partir del año 2011 y a los pesados desde 2015.