Cuatro partes del coche que debes revisar en tus vacaciones
Revisar estas partes es primordial para nuestra seguridad y para la del resto de conductores
Neumáticos: estado y presión
Es primordial revisar el estado de los neumáticos sea cual sea el destino o la longitud del trayecto. Un buen mantenimiento de los neumáticos, evitando utilizarlos cuando estén desgastados, y controlando que la presión sea adecuada, pueden evitar accidentes. En los desplazamientos vacaciones, el vehículo suele estar expuesto a desplazamientos largos, por lo que los neumáticos sufren más. Con las altas temperaturas, puede cambiar la presión, lo que también puede suponer un peligro extra.
Líquidos de freno, refrigerante, anticongelante y del limpiaparabrisas
Hay una imagen que se repite por estas fechas en muchas gasolineras. Un capó abierto y dos ojos revisando los niveles de varios recipientes de líquido. No es para menos, ya que es indispensable que el nivel del líquido de frenos, el refrigerante, el anticongelante o el del parabrisas esté correctamente nivelado. Aunque se pueda pensar que el más importante en verano es el refrigerante (lo es todo el año, ya que el motor alcanza altas temperaturas todo el año), el líquido del limpiaparabrisas, por ejemplo, podría evitar accidentes si te sorprende a medio camino una tormenta de verano.
Luces cortas y largas, de intermitencia, frenos y emergencia
El buen mantenimiento del conjunto óptico es indispensable para conducir de forma segura. En aquellas ocasiones donde necesitemos activar las luces (cortas o largas, dependiendo de la situación), tener un faro fundido puede significar sufrir un accidente, o provocarlo. Además, es sumamente importante revisar que las luces de intermitencia, frenos y emergencia funcionen correctamente, para poder ser vistos adecuadamente. En desplazamientos veraniegos, es frecuente encontrarnos con repentinos atascos, en los que las luces de emergencia se vuelven indispensables. Los intermitentes, aunque deben utilizarse siempre, se vuelven aún más importantes en los largos desplazamientos, donde la conducción se vuelve rutinaria y los despistes son más comunes.
Estado de los frenos y embrague
Una revisión exhaustiva y técnica de los frenos requiere la ayuda de un especialista. Qué decir del embrague, una de las piezas más temidas en las averías por su alto coste. Si nuestro coche no ha sufrido problemas recientemente, no será necesario acudir a un taller de forma específica. Eso sí, sería recomendable revisar, al menos, el comportamiento de los pedales. Si están más duros de lo normal, o se hunden con más facilidad, puede ser síntoma de una futura avería que arruine tus planes de verano a mitad de camino.