29 julio, 2019

Un repartidor sufre un accidente de moto y la empresa le pregunta por la pizza

El hombre, de 63 años, quedó tendido en el suelo hablando con la empresa, cuando el cliente aprovechó para coger la pizza y marcharse

El suceso tuvo lugar en Buenos Aires, donde un repartidor de 63 años, que conducía una moto para una conocida aplicación de reparto, tuvo un aparatoso accidente. De camino a lugar de destino del pedido, el hombre cayó del vehículo, salvándose de un desenlace más grave gracias a que el casco amortiguó el golpe en la cabeza. Pese a ello, quedó tendido en el suelo y fue atendido por una joven llamada Yanina Otero. Posteriormente, ella misma relató en su cuenta de Twitter el macabro suceso que tuvo lugar en esos momentos. Tal y como explica en un hilo, mientras ella avisaba al “Same” (Servicio de Atención Médica) con el “rider” tirado en el suelo y sangrando, el hombre conversaba con los gerentes de la aplicación para avisar de lo sucedido.

Tal y como se puede ver en una fotografía subida por la propia Yanina, la conversación entre el conductor y la aplicación fue la siguiente:

—¿Cómo se encuentra el pedido? ¿Está en buen o mal estado para poder entregarlo?

—No lo sé, no me puedo levantar.

—Me esperas un momento por favor. Ernesto, ¿me podrías mandar una foto de los productos por favor?

—No puedo moverme.

—Es parte del procedimiento, por favor, tendrías que mandar la foto para poder cancelar el pedido.

—Imposible moverme.

Hace un rato socorrí a un repartidor de pizza que lo atropelló un auto. Mientras yo llamaba al Same, el hombre – tirado en el piso y sangrando- avisaba a la app que había tenido un accidente.
Lo único que le importaba a ellos era el estado de la pizza.
Perverso es poco. pic.twitter.com/ccbZj3ZyLS

— Yanina Otero (@yayaninaa) July 27, 2019

El cliente se llevó la pizza sin importar el estado del conductor

Por si fuese poco perverso lo acontecido en Buenos Aires, poco después de sufrir el accidente, se acercó la persona que había realizado el pedido de la pizza, la recogió, y se fue, sin importarle la salud del repartidor, que tuvo que ser atendido por las heridas sufridas.

Afortunadamente, el hijo de rider pudo certificar que su padre se encontraba en buen estado, algo magullado y dolorido. El accidente quedó en un susto, pero sacó a la luz la parte más oscura del ser humano, ya que, tanto para el cliente como para la empresa, la pizza tuvo más valor que la salud del propio conductor de la motocicleta.

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