22 agosto, 2019

Así era el ZIS-110, la limusina preferida de Iosif Stalin

Este modelo, fabricado por Zavod Ímeni Stalina (ZIS) es la copia del estadounidense Packard 180, con un propulsor 6.0 de ocho cilindros en línea, 140 CV de potencia y un consumo de 23 litros

Los principales mandatarios internacionales suelen realizar sus desplazamientos oficiales por tierra en grandes vehículos, normalmente blindados, de gran potencia y elegancia. Es el caso del Rey Felipe VI, a quien el Ministerio de Hacienda le compró un coche blindado por 500.000 euros este 2019, o el caso de dos de los líderes más importantes del momento, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Los grandes dictadores del siglo XX no se quedan atrás, como ya vimos con Adolf Hitler y su querido Grosser Mercedes de 1931. Ahora, analizamos el ZIS-110, una limusina utilizada por el dictador soviético Iosif Stalin desde 1953.

ZIS-110, el encargo personal de Stalin

Fue construida, mediante encargo, por Zavod Ímeni Stalina (ZIS), intentando replicar al Packard 180 estadounidense de 1942. Básicamente, utilizó este vehículo blindado para desplazamientos cortos, desfiles y homenajes. Tenía un enorme motor de 8 cilindros en línea con una potencia de 140 CV. Pese a su masa superior a los 2.500 kilos y sus 6 metros de largo, alcanzaba con facilidad los 140 km/h y destacaba por su suavidad en la conducción y en el paso por curva. Eso sí, a costa de consumir cerca de 23 litros de gasolina cada 100 kilómetros.

Fue uno de los primeros modelos en incorporar la suspensión delantera independiente, las ventanillas hidráulicas y partición en ambas filas de asientos.

Tal y como se realizaba de forma habitual, varias ediciones de este modelo se regalaban a diferentes líderes comunistas extranjeros desde la Unión Soviética. Dentro de este grupo, podemos encontrar al líder chino Mao Zedong o al norcoreano Kim Il-Sung (abuelo de Kim Jong Un). El heredero de Stalin, Nikita Khrushchev, heredó una versión descapotable, que después pasó por las manos de Enver Hoxka, ex presidente de Albania, o Ho Chi Minh, primer presidente de Vietnam del Norte.