VÍDEO: ¿cúanto cuesta mantener un Ferrari?

El mantenimiento de un Ferrari 458 Italia, el más icónico de la actualidad, es más bajo de lo que piensas. La garantía anual de Ferrari tiene gran parte de culpa.

En esta tercera entrega hablando del coste anual de mantenimiento de supercoches, hablamos del Ferrari 458 Italia. Se trata de uno de los referentes de la marca del cavallino rampante, cuyo precio de salida ronda los 250.000€. Equipa un motor gasolina V8 4.5 de nada menos que 570 CV, aunque aumenta hasta los 605 CV en su versión 458 Speciale.

Coste anual de un Ferrari 458 Italia

El primer precio a tener en cuenta es la revisión anual. Ésta nos saldrá por alrededor de 800€, y será una revisión concienzuda, con un índice exacto y detallado de todo aquello que pase por las manos de los mecánicos de la casa. ¿Lo malo? Al que otros supercoches, debes pasar la revisión anual en un taller oficial de la marca, y, dado que hay pocos (apenas uno en Marbella y otro en Madrid) debemos llevar el coche en grúa en caso de vivir alejados, lo que nos supone un sobrecoste de 600€.

Los neumáticos, que habrá que cambiar cada 5.000 o 10.000 kilómetros dependiendo de nuestro estilo de conducción (una vez al año) salen por 1.500€. Las pastillas de freno duran algo más, ya que son carbocerámicas, quizá dos años, y renovar las cuatro unidades sale por 2.000€. El embrague es algo más caro, aunque dependerá de nuestra conducción la necesidad de realizar el cambio. En caso de tener que hacerlo, su coste es algo más elevado al ser doble, unos 4.300€.

Por último, la gran ventaja con la que cuenta la casa italiana es que ofrece un servicio de garantía anual a cambio de solo 3.500€. Ahí nos incluirán cualquier reparación excepto las de desgaste, como neumáticos. Otros gastos pueden ser los 230€ de permiso de circulación o los 1.700€ orientativos que nos puede costar el seguro anual, con 450€ de franquicia.

Inconvenientes de Ferrari

La marca italiana tiene dos grandes inconvenientes, siendo el primero y más grave los tiempos de espera. Para la revisión anual debemos coger cita, lo que puede retrasarse más de un mes. Para pedir cualquier pieza, tendremos que esperar más de una semana y, en caso de darnos un golpe fuerte, quizá nuestro Ferrari se quede en el taller algo más de 7 meses. Esto se debe a que Ferrari no es fabricante de recambios y espera a tener un pedido suficientemente grande para efectuarlo. Otro de los inconvenientes es que su ordenador de abordo no señala el consumo medio, aunque un depósito de gasolina de 80 litros (nos sale por algo más de 100€) puede durarnos en torno a 300 kilómetros con una conducción relajada, lo que significa que sube de 20 litros cada 100 kilómetros en carretera.



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