Alquiler convencional o “carsharing”, ¿qué es más rentable?
En los últimos años, el uso de vehículos de alquiler compartido, conocido comúnmente como carsharing, ha proliferado en las grandes ciudades y su crecimiento no parece tener límite.
Las restricciones de circulación en áreas céntricas como Madrid Central han revitalizado aún más este sector, en el que se cuentan ya más de 2000 vehículos de cuatro grandes compañías (Car2Go, Emov, Zity y WiBLE). Casi medio millón de usuarios han utilizado alguna vez este servicio en Madrid, destacando en primer lugar los 190.000 usuarios de Car2Go o los 160.000 de Emov. Todas las compañías tienen un precio base por uso, que oscila entre los 0,21€ y los 0,29€ el minuto.
Mientras tanto, el sector del alquiler clásico de coche mantiene su buen estado gracias, en gran parte, a la importancia del turismo en nuestro país. El precio medio del alquiler se sitúa en torno a 16€ diarios (sin incluir combustible), siendo España el país de la Unión Europea con los precios más competitivos. Canarias, Baleares y las grandes ciudades como Madrid son los principales focos de alquiler de coches, siendo los precios mucho más bajos en las islas.
Una vez que sabemos los precios medios de cada opción, ¿cuál saldría más rentable? Quizá la respuesta más acertada sea “depende”.
Haciendo una operación simple, con la media de 16€ al día, el alquiler de un utilitario nos saldría por poco menos de 0,70€ la hora durante 24 horas. En cambio, alquilar durante 60 minutos un vehículo de carsharing nos saldría por alrededor de 15€, eso sí, sin tener que hacer frente a gastos de combustible o tasas extra.
En resumen, y teniendo en cuenta los precios medios, alquilar un vehículo privado nos saldría más rentable al superar la primera hora de uso. Eso sí, no debemos olvidar los gastos extra que pueden derivar del alquiler convencional, como pueden ser tasas por la tipología del conductor, gasto en combustible o pago de en zonas de estacionamiento regulado, ya que el sector del carsharing tiene precios únicos sin tener en cuenta el conductor, no tiene que pagar al estacionar y, al utilizar coches eléctricos, su autonomía depende de la carga de su batería.