¿Cómo funciona un cambio automático DSG de doble disco?
Estos embragues dobles, popularizados por el Grupo VAG, aprovechan la conjunción de dos cajas manuales. Mientras una engrana una marcha impar, la otra preselecciona una marcha par, para reducir el tiempo y aumentar la suavidad
Los embragues automáticos se han popularizado en la última década. Su llegada al mercado europeo de forma tardía estuvo siempre rodeada de incógnitas. Los conductores del Viejo Continente, a diferencia de los estadounidenses, siguen siendo algo reticentes a la hora de configurar sus coches nuevos con cambio automático. Muchos aseguran que la diversión del cambio manual es insustituible, aunque la realidad es que la mayoría, cuando prueban un cambio automático, no puede vivir sin su comodidad.
Cambio automático DSG, así funciona
El Grupo VAG ha perfeccionado este cambio DSG (Direct Shift Gearbox) y ahora es difícil encontrar modelos que no oferten esta opción entre sus motores. No es una novedad, ya que el primer coche del grupo alemán en equiparlo fue el Volkswagen Golf IV R32 de 2003, una bestia de 6 cilindros y 241 CV con tracción total. Básicamente, combina dos discos de cambio manual adaptados a una tecnología automática. Con ello, se busca mezclar la comodidad del cambio automático junto a la rapidez de una transmisión manual. Una de las grandes desventajas históricas de los cambios automáticos era su mala coordinación al cambiar de marcha y los tirones con los que sorprendían al conductor cuando se engranaban.
¿Cómo consigue esta rapidez de cambio de marcha el doble embrague DSG? En definitiva, se debe a la coexistencia de estos dos discos de embrague. Están engranados a diferentes rotores de anchura distinta, aunque alojados en un mismo plano. Uno de los discos de embrague se encarga de engranar las marchas pares (2º, 4º y 6º), mientras que el otro se encarga de las impares (1º, 3º y 5º), además de la marcha atrás. Pese a lo que muchos conductores piensan, no significa que siempre estén engranadas dos marchas a la vez. Sí que es cierto que coexisten dos marchas seleccionadas al mismo tiempo, una engranada y la otra, simplemente, preparada. Por decirlo de alguna manera, el embrague anticipa el futuro cambio de marcha.
Cuando circulamos con la tercera marcha engranada y continuamos aumentando la velocidad y las revoluciones, el disco de embrague de las marchas pares selecciona la cuarta marcha y queda preparado para su rápido engranaje. De forma inversa ocurre si desciende la velocidad o frenamos. De esta manera, se consigue un cambio de marchas en apenas 40 milisegundos.