El famoso cambio automático e-CVT de los híbridos de Toyota no tiene marchas, ya que es una transmisión continua variable

Todas aquellas personas que se hayan subido en un híbrido de Toyota, como los clásicos Prius, habrá notado algo diferente. Pese a no ser vehículos eléctricos, el arranque siempre es potente y continuo, no existen tirones y no parece haber cambios bruscos en las revoluciones del vehículo. ¿Por qué ocurre esto?

Como indican sus siglas en inglés, el cambio automático e-CVT es un tipo de transmisión continua variable. No tiene marchas, por lo que se evitan tirones, falta de potencia o sobrerrevolucionar el vehículo con conducciones más deportivas. Las cajas CVT fueron desarrolladas en los años 50 por Hubb van Doorne, que la equipó en el pequeño DAF 600, llamándola transmisión Variomatic.

Con este tipo de transmisión, el motor siempre gira a un número de vueltas óptimo, funcionando de forma similar a la transmisión lineal sin marchas de las scooter. Como ocurre también con este tipo de motocicletas urbanas, esta transmisión favorece la reducción del consumo y de las emisiones, además de ser más cómoda para todos los pasajeros.

e-CVT, un cambio automático para híbridos

La diferencia entre la transmisión e-CVT y el resto es que no funciona a través de correas y cadenas.

La conversión de par y velocidad se lleva a cabo gracias a un motor eléctrico. Este control electrónico es lo que facilita el dominio óptimo de las revoluciones y, en consecuencia, un correcto aprovechamiento de la potencia y del par motor.

Otras marcas lo utilizan bajo nombres diferentes. Por ejemplo, Subaru lo denomina Lineartronic, Mercedes Benz como Autotronic y Audi como Multitronic. Actualmente, todas las versiones híbridas de Toyota lo ofertan. Su única parte negativa es que la potencia llega de forma continua.

Perfecto para entornos urbanos, limitado para conducciones deportivas o adelantamientos.

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