¿Cuáles son las principales diferencias entre Moto GP y Superbikes?
Los tiempos marcados por ambas categorías son cada vez más parecidos. ¿Podrían Álvaro Bautista o Jonathan Rea competir en Moto GP con sus Superbikes?
Si hablamos de éxito mediático, no discusión posible entre Superbikes y Moto GP. La categoría reina del motociclismo mundial ha estado las dos últimas décadas por Rossi, Lorenzo y Márquez (con permiso del malogrado Nicky Hayden y Casey Stoner). Esta coexistencia de grandes pilotos, en lo que mucho tiene que ver el personaje de The Doctor, dueño de medio paddock, ha condicionado la popularidad del Campeonato del Mundo de Motociclismo.
Pese a que DORNA adquirió los derechos del Campeonato de Superbikes en 2012, la diferencia entre ambas categorías es aún palpable y los grandes pilotos siguen compitiendo en Moto GP. Sin embargo, los tiempos marcados por los líderes de la categoría de motos de serie están cada vez más cerca de los tiempos medios de Moto GP. Por poner un ejemplo, hace unos años coincidieron motos de ambas categorías en el circuito de Jerez, durante una jornada de pruebas. Jonathan Rea, leyenda viva de Superbikes, marcó los mejores tiempos del día, por delante de los prototipos de Moto GP. Circuitos como Jerez son propicios a estos acercamientos, ya que la ausencia de grandes rectas resta importancia a la gran diferencia de ambas motos, la velocidad. Mientras que una Moto GP puede superar los 350 kilómetros por hora, una Superbike sufre para pasar la barrera de los 320 kilómetros por hora.
Superbikes y Moto GP, una lucha descompensada
La principal diferencia entre ambas categorías radica en el objetivo de cada una. Mientras que las Superbikes buscan el máximo rendimiento partiendo de modelos de serie, las Moto GP son prototipos que buscan ser los vehículos más rápidos sobre dos ruedas. Sobre la base, la diferencia sería similar a la existente entre el Campeonato del Mundo de Turismos y la Fórmula 1, pese a que entre estas dos categorías sí que existan diferencias mayores.
Esta búsqueda de la excelencia hace que, en Moto GP, se gasten cantidades ingentes de dinero en desarrollar los prototipos de cada año. Cada moto de fábrica puede tener un coste de 3 millones de euros por temporada, mientras que una Superbikes está disponible por unos 60.000 euros. Mientras que la Moto GP se desarrolla de cero y busca la excelencia en cada uno de sus materiales, la Superbike es una moto de serie (suelen costar en torno a 20.000 euros) a las que se le quitan los reflectores, intermitentes o retrovisores y se le colocan materiales de alto rendimiento, como llantas de carbono y frenos de competición.
Teniendo en cuenta que la diferencia de tiempos de referencia entre ambas categorías oscila entre el medio segundo y el segundo por vuelta, dependiendo de la velocidad del circuito, una comparación entre la relación calidad-precio de ambas motos nos da una clara victoria en favor de la Superbike.
¿Vale la pena, al fin y al cabo, gastar casi 100 veces más dinero para rodar apenas un segundo más rápido? ¿Podrían Álvaro Bautista o Jonathan Rea conseguir puntos en el Campeonato del Mundo de Moto GP con sus Superbikes?