Estos son los swaps más locos jamás creados
Desde un Nissan Patrol con motor de GT-R hasta un Toyota GT86 con el V8 de un Ferrari 458:
Los swaps de motor son una de las mayores y más satisfactorias locuras que se pueden llevar a cabo en un ‘project car’. Su objetivo pasa, generalmente, por lograr una potenciación notablemente mayor a la que permite en motor de origen. Algunos de los más comunes (especialmente entre los ‘drifters’) suelen ser a motores de deportivos japoneses de los 90. El 2JZ del Toyota Supra y los motores RB de los Nissan Skyline son algunos de los más codiciados.
Pero en ocasiones, la originalidad de los aficionados al motor puede llevar a sus coches a límites insospechados. Estos son nuestros favoritos:
Volvo 242 con motor V10 de BMW M5 E60
¿Un Volvo clásico junto a uno de los motores más espectaculares creados por BMW? Suena bien, literalmente. El V10 de 5.0 litros que equipa el M5 E60 pone los pelos de punta.
Nissan Patrol con motor RB25DET de Nissan Skyline GT-R
El Nissan Patrol ha sido durante años uno de los reyes del ‘off road’. Quizá al dueño de esta unidad se le quedó pequeño su motor de origen, y decidió implantarle nada menos que el famoso RB25DET que montaron los Skyline R33. Un ‘sleeper’ en toda regla.
Volkswagen Golf IV con motor V10 de Audi RS6
Ni un GTI, ni un R32. Este Volkswagen Golf IV va propulsado por el V10 de un Audi RS6. Y por si fuera poco, está potenciado hasta los 1267 caballos de potencia máxima.
Toyota GT86 con motor V8 de Ferrari 458
Probablemente sea uno de los coches más famosos en la escena automovilística estadounidense. Este Toyota GT86 cuenta con el V8 de un Ferrari 458, y es una auténtica máquina del ‘drifting’.
Renault Espace con motor RS5 V10 de F1
Esta locura no fue idea de un aficionado, sino de la propia división deportiva de Renault. Con motivo del décimo cumpleaños del Renault Espace, la marca gala decidió instalar en unba de sus unidades el propulsor de su monoplaza. En concreto, el V10 de 3.5 litros que montó el Williams-Renault FW15C.