La tercera generación del BMW Serie 1 llega entre críticas
Los amantes del motor han criticado el nuevo diseño del mítico compacto, además de la nueva apuesta por la tracción delantera para compartir bloque con el X1 y el X2
En el mercado actual, las marcas compiten por acertar con diseños que se renuevan a una velocidad nunca antes vista. Las formas suaves y onduladas que se pusieron de moda hace una década han dado paso a un nuevo estilo más guerrero, anguloso y atractivo para la vista. Esta búsqueda de deportividad se ve reflejada en la apuesta firme de las marcas por las grandes parrillas delanteras, las líneas aerodinámicas y aletas de tiburón del techo, las llantas cada vez más grandes o los difusores traseros al más puro estilo racing japonés.
El nuevo Serie 1 dice adiós a la deportividad
El nuevo BMW Serie 1, pese a haber sido anunciado oficialmente en el día de hoy, ha recibido ya numerosas críticas. La principal radica en el cambio de 180 grados en su tracción. Dejará de ser el único tracción trasera del segmento, lo que le situaba como la referencia más deportiva, para montar ahora una tracción delantera similar a la del bloque del BMW X1 y el BMX X2. Es más, se podría afirmar de manera inequívoca que se trata de una especie de BMW X2 a escala. Comparten formas y estructura, y esta nueva generación del Serie 1 ni siquiera ofrecerá la opción de tres puertas que tanto éxito le había reportado.
Aunque mantiene unas dimensiones similares, es algo más alto y ancho, y su distancia entre ejes se ha reducido. Este cambio obedece a un viraje hacia un segmento de compactos más familiar y menos deportivo, algo que también se entiende con la mayor amplitud del interior, donde se ha seguido apostando por la renovación tecnológica y multimedia. Respecto a la oferta de motorización, presenta una gama bastante amplia de opciones tanto en gasolina como en diésel, aunque la versión más potente baja unos caballos respecto a la segunda generación.