BMW: el placer de conducir, también las eléctricas.

BMW lleva la innovación automovilística al siguiente nivel con la presentación de su prototipo Vision Driving Experience. Este vehículo experimental no está destinado a la producción, sino que sirve como laboratorio andante para el desarrollo y prueba de nuevas tecnologías dedicadas a la gestión de la tracción y la dinámica de conducción para la Neue Klasse, la próxima generación de autos de la marca.

Un escaparate tecnológico en movimiento

El propósito de la Vision Driving Experience es desarrollar algo menos tangible, pero no menos importante: el placer de conducir. Todas las tecnologías probadas serán supervisadas por un sistema electrónico que hará su debut con el primer modelo basado en la nueva plataforma Neue Klasse, el BMW iX3, que comenzará a producirse antes de finales de 2025 en la planta de Debrecen, Hungría.

El corazón de la alegría

En el centro de este sistema tecnológico se encuentra la unidad de control, denominada Heart of Joy. Este dispositivo gestiona toda la información derivada de la tracción, los frenos, la recarga, la recuperación de energía y la dirección, procesándola a una velocidad 10 veces superior a los sistemas previos. Desarrollado internamente por BMW, el sistema trabaja en conjunto con el software BMW Dynamic Performance Control.

Un poder sin precedentes

La Vision Driving Experience es capaz de generar 18.000 Nm de par: la idea de BMW es que si el sistema de control puede manejar una entrega de potencia tan alta, estará perfectamente preparado para satisfacer las necesidades de un coche de uso diario.

Dinámica y eficiencia

El prototipo de BMW está equipado con cuatro motores eléctricos, uno para cada rueda, al igual que se espera que tenga la próxima BMW M3 eléctrica. También cuenta con cinco ventiladores diseñados para mantenerlo firmemente adherido al asfalto, proporcionando 1.000 kg de carga aerodinámica sin aumentar la resistencia al aire. La combinación del Heart of Joy y el Dynamic Performance Control ofrece un nivel de control y estabilidad en la curva sin precedentes, permitiendo abordar las curvas con mayor precisión. Además, la integración entre la tracción, la frenada y la recuperación debería permitir un uso más eficiente de la energía, evitando la necesidad de recurrir a los frenos convencionales en la mayoría de las situaciones de conducción diaria. Según cálculos de BMW, este sistema podría aumentar la eficiencia hasta en un 25%.

En resumen, la Vision Driving Experience de BMW es un emocionante vistazo al futuro de la automoción, una promesa de lo que está por venir en cuanto a la dinámica de conducción, la eficiencia energética y el placer de conducir.



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