Coches de cartón, el nuevo método en Turquía para controlar la velocidad
La original medida parece haber tenido éxito, sobre todo con turistas
A falta de medios, hay que buscar alternativas. Así sucedió en Turquía y, con el objetivo de reducir la velocidad en sus vías, parece que han encontrado una solución sencilla, barata y original. Básicamente, consiste en la colocación de coches de policía junto al arcén de las carreteras. No son vehículos de verdad, sino simples siluetas en dos dimensiones. A modo de carteles de cartón o plástico, engañan a la vista de los conductores. Por instinto, al ver los colores del coche de policía, los conductores reducen la velocidad. De esta manera, se consigue que la conducción se adapte a los límites de cada vía y, de esta forma, se evita el peligro que conlleva circular a una velocidad excesiva.
En la parte superior de estos ingeniosos coches, se ha colocado un pequeño panel solar. La energía captada permite encender unas luces rotatorias, que imitan a la sirena de una patrulla.
Esta medida parece gustar también en el extranjero, ya que Reino Unido está pensando en aplicarla. Lo cierto es que reduce la velocidad de igual manera que lo hace un radar, un veloláser o un verdadero coche de policía con su mera presencia. Sin embargo, su coste es infinitamente inferior. Por poner un ejemplo patrio, en España cada vuelo del Pegasus sale por unos 1.500 euros, a los que habría que sumar los 150.000 euros que cuesta el radar especial con su moderno sistema de cámaras más el coste de los propios helicópteros.
Turquía, la siniestralidad más alta de Europa
En este mapa creado por Jakub Marian se puede comprobar que Turquía es la nación del continente europeo con la tasa de siniestralidad más alta. Hablamos de más de 150 muertes en carretera por cada millón de habitantes. Le siguen regiones de Bulgaria, el Alentejo portugués y la provincia belga de Luxemburgo.