¿Qué es el leasing y cómo funciona?
El leasing es una opción de alquiler de vehículo a largo plazo, con posibilidad de compra posterior, elegida por muchas empresas y profesionales particulares
Aunque el leasing está viéndose superado por el renting, muchas empresas siguen eligiendo este modo de arrendamiento de vehículos para desarrollar sus actividades económicas. En resumidas cuentas, el leasing es un contrato de alquiler de vehículos a largo plazo (suelen exigir un período mínimo de dos años) a cambio de una contraprestación económica.
Cuando finaliza el contrato de leasing, la empresa o persona física profesional tiene tres opciones: la primera, si le gusta el vehículo y está de acuerdo con las condiciones, puede renovar el mismo contrato por otro período de tiempo; si dispone de suficiente liquidez, puede ejecutar una opción de compra sobre el coche, pagando la diferencia restante después de los primeros años de contrato; y por último, puede devolver el vehículo a la empresa sin ningún castigo económico. Todo dependerá de si se acoge a un leasing abierto o cerrado.
Solo los bancos, las cajas de ahorro, las cajas rurales y cooperativas de crédito, además de los establecimientos financieros de crédito están legalmente autorizados para realizar estas operaciones, al menos en España.
Diferencias entre el leasing y el renting
Sobre el papel, ambos son contratos de arrendamiento de coches durante un período determinado de tiempo, tras el cual podemos seguir con el alquiler, cambiar a otro vehículo o comprarlo. La principal diferencia radica en el cliente que se acoge al contrato. La regulación del leasing tiene previsto que este alquiler esté destinado a la actividad empresarial o profesional. Por ello, los clientes son empresas o autónomos.
Ambas son dos opciones perfectas para la actividad profesional. Según la dedicación, el 100% de la cuota puede ser desgravada. También se puede deducir la parte correspondiente, que puede ser del 100% si se demuestra que el vehículo se utiliza en exclusiva a la actividad económica.
Sin embargo, el leasing permite que las cuotas también puedan ser desgravadas del impuesto de sociedades o del IRPF. Además, la mayoría de los contratos de leasing terminan en la venta del vehículo al cliente, al contrato que los contratos de renting.