¿Vale la pena el renting para particulares?
Aunque el renting llegó a España en 1985, es ahora cuando está alcanzando cifras relevantes, cercanas al 20% de las nuevas matriculaciones
El renting está de moda. Durante los últimos años, ha sufrido un auge debido al descenso de ventas a particulares, que son reacios a desembolsar grandes cantidades de dinero, y al aumento de los ingresos en el mercado de segunda mano. Pero, ¿qué factores influyen en la toma de estas decisiones? El mercado de segunda mano crece por el evidente ahorro de dinero que supone, pero, ¿por qué aumenta el mercado de renting si, poniéndolo a escala, sale más caro?
Ventajas del renting frente a la compra de coches tradicional
La primera ventaja del renting, sin duda, es la de disfrutar de coches nuevos con más asiduidad. En comparación con la vida útil de un coche tradicional, que suele llegar a los 15 años, los contratos de renting suelen durar una media de 4 años. Por lo tanto, muchos propietarios de coches deciden utilizar el renting para renovar su vehículo cada cierto tiempo. Esto es especialmente relevante en los últimos años, teniendo en cuenta la rapidez con la que mejoran y se renuevan los sistemas de conectividad multimedia y las ayudas de seguridad, además del evidente atractivo estético con el que llegan los nuevos modelos.
Esta ventaja está intrínsecamente relacionada con otra, ya que los coches de renting no solo traen mejores equipamientos por ser más nuevos, sino que suelen corresponder a niveles intermedios o altos de esos modelos. Por tanto, suelen incluir extras que el propietario medio no suele adquirir en el concesionario.
El resto de ventajas tienen que ver con el precio. Aunque es evidente que a la larga puede salir más caro (de ahí el beneficio de las casas), tener una cuota fija mensual permite calcular mejor el presupuesto general. Además, según el tipo de contrato y la letra pequeña, los contratos de renting suelen incluir seguro a todo riesgo, asistencia en carretera, mantenimiento, revisiones e incluso cambios de neumáticos. Según expertos del mundo el motor, un coche con un precio de 15.000 euros nos supondrá un coste de 20.000 euros utilizándolo mediante renting en un período de apenas 6 años. Que salga más o menos barato dependerá de la suerte que se tenga con averías, accidentes y reparaciones.
Principal desventaja del renting frente a la compra tradicional de coches
La principal desventaja es la misma que se sufre al vivir de alquiler. Tras muchos meses pagando, no serás propietario de nada. Eso sí, los inmuebles no suelen depreciarse, o al menos no tanto como los coches. Sin embargo, muchos conductores prefieren ser los únicos propietarios de su vehículo, para después intentar venderlo por un precio muy inferior en el mercado de segunda mano. A decir verdad, es lo que hacen las propias marcas con los coches de renting. Recién sacados del concesionario, los ofrecen mediante este servicio para, después, venderlos con apenas unos años de uso por un precio bastante aceptable.