¿Qué tipo de motores existen según la distribución de los cilindros?

Los motores con cilindros en línea o con cilindros en V son los más conocidos. ¿Conoces los motores bóxer, con forma de H o con disposición radial?

A la hora de comprar un vehículo, la elección del motor es crucial para decantarnos por un modelo u otro. Ayer, analizábamos las diferencias entre los motores turboalimentados y los tradicionales motores atmosféricos. Hoy, veremos cómo puede cambiar un motor dependiendo de la disposición de sus cilindros. A los conocidos por todos como motores con cilindros en línea o cilindros en V, se suman otros más extraños, como los motores en W o en H, incluso en disposición radial.

Cilindros en línea

Son los más conocidos, ya que la gran mayoría de modelos estándar equipan este tipo de motor. La disposición es sencilla: los cilindros se colocan en fila. Por ello, no existen motores en línea de más de 6 cilindros, ya que tendría un tamaño demasiado grande. Existen desde los motores en línea bicilíndricos, que encontramos en el motor 0.9 del Fiat 500, los motores tricilíndricos disponibles en infinidad de motores actuales, como el 1.0 del Seat Arona, o los cuatro cilindros, que podemos encontrar en casi todos los modelos de gama media de la actualidad.

Existen algunos casos extraños, como el Audi TT RS y su motor 2.5 TFSI de cinco cilindros en línea, o los motores de seis cilindros en línea de los motores más potentes de BMW.

Cilindros en V

Los motores con cilindros en V se han asociado tradicionalmente a motores de alta gama. Su denominación viene de la forma en la que se enfrentan dos filas de cilindros, que pueden disponerse entre ellos con un ángulo de entre 90 y 110 grados en los motores abiertos, o de solo 15 grados en los motores cerrados. Presentan menos vibraciones que los motores en línea, aunque el mantenimiento es complicado por su árbol de levas doble. Normalmente, están reservados para modelos con motores grandes, y los más comunes son los V6 y los V8. Después, encontramos incluso V10, como el del Audi R8, o incluso V12 de los modelos más exclusivos de Ferrari o Lamborghini.

Cilindros en W

Es una evolución de los motores con cilindros en V, ya que surgen de la unión de dos de ellos. Su ángulo de inclinación suele ser pequeño para reducir el ya de por sí enorme tamaño de estos motores. Volkswagen fue uno de los pioneros en usar este tipo de motores en sus modelos de élite, como el Phaeton o el Touareg, primer diésel en montar un propulsor W12, convirtiéndose, también, en uno de los coches más pesados del mercado. Bugatti no quiso quedarse ahí y ha creado el mítico W16 de más de 1.000 CV para el Veyron, el Chiron y el legendario La Voiture Noire.

Cilindros opuestos o bóxer

Otra evolución de los motores en V, solo que el ángulo de disposición de ambas filas es de 180 grados. En la actualidad, solo Subaru utiliza esta disposición para sus motores, desde los más básicos, como el 1.6 de 114 CV del Subaru XV, hasta el potente 2.5 turbo del WRX STI de 300 CV. Porsche también se ha animado a montar este propulsor en alguno de sus modelos.

Cilindros en H

Es una especie de unión entre dos motores bóxer. Lo cierto es que no ofrece un rendimiento de garantías y ha quedado en desuso, exceptuando el Fórmula 1 de British Racing Motors, que ganó el Grand Prix de Estados Unidos en 1966.



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