Así funciona el Nivel 3 de conducción autónoma del Audi A8
La berlina premium de la casa de los cuatro aros es el único modelo del mercado, junto a algunas unidades del Tesla Model S, que ha alcanzado el nivel 3 de conducción autónoma
El futuro de la circulación vial pasa por la conducción autónoma. Por el momento, ningún vehículo ha conseguido llegar a Nivel 5 o Nivel 4, donde no haría falta una persona cualificada para la conducción y no existirían ni pedales ni volante. Al Nivel 3 solo han llegado el Audi A8 y el Tesla Model S, además de alguna aventura del Tesla Model 3. Además, solo han alcanzado este nivel en carretera. En recorridos urbanos aún no es posible a nivel de usuario, debido a los imprevistos, obstáculos como mascotas y personas o semáforos poco visibles.
El Audi A8 se ha convertido en la nueva referencia para los próximos años en la lucha por conseguir una conducción autónoma 100% segura e independiente. Lo cierto es que esta cota es de difícil alcance para los vehículos de clase media y baja, ya que hablamos de una berlina premium que supera los 100.000 euros de precio base.
AI Traffic Jam Pilot, el comienzo de la conducción autónoma
El actual Audi A8 incluye un sistema denominado AI Traffic Jam Pilot. Permite al conductor desentenderse por completo de los mandos del vehículo a velocidades inferiores a 60 km/h. El A8 asume todo el control, desde acelerar y frenar, así como mantenerse en el carril y anticiparse a posibles impactos con otros vehículos.
El A8 cuenta con doce sensores de ultrasonidos, cuatro cámaras de 360 grados, una cámara frontal, cuatro radares de medio alcance, un radar de largo alcance, una cámara de observación interior y un escáner laser.
Sin embargo, este sistema solo puede activarse en carreteras de un mismo sentido o que contengan barreras en la mediana para separar los carriles de direcciones opuestas. Solo funciona siempre y cuando la velocidad sea inferior a 60 km/h, por lo que está destinado a retenciones y atascos, permitiendo a los ocupantes, incluido el conductor, desentenderse de los mandos, aunque prestando atención a la carretera y a un posible aviso. En cambio, no puede utilizarse en ciudad ya que no es capaz de actuar frente a semáforos. Tampoco está demostrada su eficacia frente a peatones y obstáculos similares, aunque es capaz de actuar frente a situaciones límite, esquivando a vehículos y frenando en caso de necesidad.