Radares de velocidad no homologados: no del Tribunal Supremo, sí del Ministerio.

Autovelox: la controversia continua

En la continua batalla legal sobre las multas de velocidad emitidas por radares de velocidad, se ha producido un importante giro de los acontecimientos. En abril de 2024, el Tribunal Supremo de Italia declaró nulas todas las infracciones registradas por radares aprobados pero no homologados. Esta decisión provocó un gran revuelo entre aquellos que tendrían que pagar estas multas.

En efecto, el Código de Circulación (artículo 142, párrafo 6) establece que «para la determinación del cumplimiento de los límites de velocidad se consideran pruebas válidas los resultados de los equipos debidamente homologados».

El Ministerio del Interior interviene

Después de esta sentencia, el Ministerio del Interior inició conversaciones con la Abogacía General del Estado. El debate concluyó con la circular 995 del Ministerio del Interior del 23 de enero, que establece «la substancial plena homogeneidad e identidad entre los procedimientos técnico-administrativos que están en la base tanto de la homologación como de la aprobación». Así, la homologación y la aprobación sólo diferirían entre sí en un aspecto puramente formal.

En este sentido, el gobierno desmiente al Tribunal Supremo, restableciendo de hecho la equivalencia entre la homologación y la aprobación, y ordenando a los prefectos de toda Italia rechazar los recursos de los automovilistas y apelar las sentencias de los jueces basadas en radares no homologados (esto es, la gran mayoría de los dispositivos).

¿Qué hacer en caso de multa con un radar no homologado?

Por lo tanto, ¿qué hacer si se recibe una multa de un radar de velocidad no homologado? En primer lugar, es aconsejable verificar si la homologación existe o no. Si no es así, según algunos abogados, lo correcto sería recurrir de todos modos: ante el Juez de Paz, la sentencia del Tribunal Supremo prevalecerá sobre la circular ministerial (la primera es una fuente de derecho a diferencia de la segunda).

Sin embargo, para completar todo el proceso de apelación, que puede implicar hasta tres niveles de juicio, se requiere tiempo y dinero. No todos los ciudadanos pueden estar dispuestos a invertir tanto, optando por pagar la multa para acabar con el asunto.

En resumen, la controversia en torno a los radares de velocidad continúa, y los conductores deberán estar atentos a los desarrollos legales en este campo.



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